El templo de Ta Prohm es unos de los más fascinantes que he visitado, la belleza de las formas talladas en la piedra, la fuerza de la vegetación como manifestación del poder de la naturaleza y la fuerza de su Alma, capaz de transcender a través del tiempo, lo convierten en unos de los lugares más hermosos de la Tierra.
Construido por el poderoso Jayavarman VII para honrar la memoria de su admirada madre y dedicado a la diosa de la sabiduría Prajñāpāramitā. Era un monasterio budista que funcionaba como Universidad y que se estaba sostenido por más de 80.000 súbditos, lo que nos da una idea de su importancia.
Al recorrerlo su belleza sobrecoge y su magnetismo espiritual obra en las personas sensibles, el prodigio de viajar en el tiempo. En el centro del recinto se encuentra una pequeña estancia con una cúpula abierta, en donde estaba ubicada una hermosa estatua de la amada madre del Rey. Esta estancia estaba recubierta de oro, perlas y miles de piedras preciosas que al ser iluminadas por el Sol reflejaban la Luz sobre ella.
Rodeando esta maravillosa estancia, se encontraban los miles de libros de la biblioteca como un anillo talismán de sabiduría. Los libros como guardianes físicos, representantes en el mundo de las formas de la sabiduría, proyectan en los mundos sutiles la fuerza del conocimiento y la energía de la verdad
La Luz de la Sabiduría junto a la Armonía de la Belleza, transcienden al tiempo y son capaces de crear en el ahora la anhelada Paz Espiritual.